viernes, 23 de octubre de 2009

LOLA





Son las 5 de la mañana y después de 2 Sedaplán y 1 Alprazolán me he acordado del día que murió Lola Flores. Ese fin de semana mi madre compró una de esas revistas que el contenido principal es la parrilla de televisión... No recuerdo el nombre pero sé que desapareció, fue en un PRYCA (Los Patios)en Málaga ahora Carrefour, en el mismo quiosco donde años después me compraría la colección de películas basadas en libros de Stephen King.
Todos los sábados después de hacer la compra y llevarla al coche comíamos en el único restaurante que creo que se llamaba Goffy, el típico sitio donde pasas con tu bandeja, elijes los platos y pagas al final de la cola pasando por unas barras metálicas (cuando voy a Ikea me encanta porque me recuerda mucho), siempre pedía canelones. Ese día en concreto había más gente de lo habitual y mis padres me mandaron a buscar mesa y ellos se encargaban de mis canelones.
Al encontrar mesa y sentarme a esperar me puse a ojear la revista y era más abultada de lo habitual, la abrí por la mitad y allí estaba; Un póster gigante de la mismísima Lola Flores, de esos con tonos pasteles y que ahora me volvería loco si lo encontrase.

Al rato llegaron mis canelones y todo se me olvidó, pero ese póster gigante en memoria de Lola Flores lo tengo aún en la retina.

1 comentario:

You! Me! Dancing! dijo...

¡Qué gran mujer!
El día de su muerte algo cambió en este país (y en nuestras vidas) para siempre...